MOGADISHU, Somalia.– Durante la jornada de este jueves, los ciudadanos que residen en la capital de Somalia, la metrópoli de Mogadishu, concurrieron a las urnas con el fin de participar en unas elecciones municipales de carácter histórico.
Este proceso electoral posee un objetivo fundamental: establecer las bases necesarias para que la nación pueda organizar, en un futuro cercano, los primeros comicios nacionales directos que el país experimenta en un periodo que supera ya el medio siglo.
Es importante destacar que Somalia se sitúa en una posición estratégica del África oriental, pero su trayectoria democrática sufrió interrupciones severas.
Si se dejan de lado las votaciones que ocurrieron de forma aislada en la región semiautónoma de Puntlandia o en la zona separatista de Somalilandia, la última vez que el Estado somalí celebró un proceso de elecciones directas fue en el lejano año de 1969.
Aquel evento democrático tuvo lugar solo unos pocos meses antes de que el general Mohamed Siad Barre tomara las riendas del poder a través de un golpe de Estado militar.
Tras un largo periodo de inestabilidad y una guerra civil que devastó la estructura social después de la caída de Barre en 1991, las autoridades locales introdujeron en el año 2004 un modelo conocido como sistema de elecciones indirectas.
La intención detrás de este mecanismo era la promoción de un consenso sólido entre los diversos clanes rivales que existen en la nación. Este acuerdo resultaba vital para enfrentar la amenaza que representa la insurgencia islamista que azota la región.
No obstante, una parte de la población de los somalíes sostiene una postura crítica ante este método. Estos ciudadanos argumentan que la clase política tiene una preferencia por esta modalidad debido a que el sistema genera múltiples oportunidades de corrupción y falta de transparencia.
Bajo este esquema específico, son los representantes de los clanes quienes tienen la potestad de elegir a los miembros del Parlamento o legisladores. Posteriormente, estos mismos legisladores son los encargados de la designación del presidente del país.
A su vez, el jefe de Estado ha tenido hasta ahora la responsabilidad única de nombrar de forma directa al alcalde de Mogadishu.
La votación actual que se desarrolla en Mogadishu, una urbe que cuenta con una población de aproximadamente tres millones de habitantes, se percibe como una prueba piloto de gran importancia para el futuro de la democracia nacional.
Aunque las condiciones de seguridad en la capital mostraron una mejoría notable durante los últimos años, el peligro no ha desaparecido por completo.
El grupo terrorista Al Shabaab, el cual mantiene vínculos estrechos con la organización Al Qaeda, ejecuta ataques de manera constante contra objetivos civiles y gubernamentales.
En el actual marco electoral, un total de 1605 candidatos iniciaron una competencia por alcanzar alguno de los 390 cargos que integran los consejos distritales de la ciudad.
Esta información fue proporcionada por Abdishakur Abib Hayir, quien forma parte de la Comisión Nacional Electoral.
El procedimiento dicta que, una vez conformados, los concejales serán quienes elijan al próximo alcalde.
Según las declaraciones de Hayir, este hecho es una prueba de que Somalia se pone de pie y mantiene un avance firme hacia la normalidad institucional.
Él asegura que después de estos comicios locales, la realización de elecciones en todo el territorio nacional es una meta posible y segura.
El día de la votación, los residentes que tenían el deseo de ejercer su derecho formaron filas extensas frente a los centros habilitados desde las primeras horas de la mañana.
La afluencia de personas fue significativa. Con el fin de resguardar el orden, las autoridades ordenaron el cierre del tránsito vehicular en todas las calles de la ciudad.
Asimismo, infraestructuras clave como el aeropuerto internacional, el puerto marítimo y los diversos comercios no abrieron sus puertas durante la jornada.
La comisión electoral comunicó que un contingente de 10.000 efectivos de seguridad patrulló los alrededores de los centros de votación para evitar incidentes.
Entre la multitud se encontraba Addey Isak Abdi, una ciudadana de 65 años que lucía un velo de color rosa. Ella relató con emoción que esta es la primera vez que tiene la oportunidad de votar en su vida. Para acudir a la cita electoral, caminó desde temprano en compañía de otras madres de su comunidad.
En el aspecto legislativo, una norma que el gobierno aprobó en el año 2024 restituyó de manera oficial el sufragio universal para los futuros comicios federales del próximo año.
Sin embargo, el presidente Hassan Sheikh Mohamud firmó un pacto en agosto con ciertos líderes de la oposición política.
Este acuerdo determina que, aunque los ciudadanos elegirán a los legisladores de forma directa en el año 2026, el Parlamento conservará la función de elegir al presidente.
Por su parte, los partidos de la oposición critican la celeridad con la que se pretende introducir este nuevo sistema electoral.
Ellos sospechan que este cambio busca favorecer la reelección de Mohamud en el futuro.
También plantean dudas serias sobre si el país posee el nivel de seguridad necesario para una votación de carácter masivo.
El grupo Al Shabaab todavía ejerce un control sobre zonas rurales muy amplias y mantiene su capacidad para perpetrar ataques en los centros urbanos de mayor relevancia.
Agencia Reuters


